Varios



1.  Extracciones: métodos de obtención de los    principios activos de las plantas.

  Formas galénicas.

    1.1. Estructura química de los principios activos.

    1.2. Recolecta general de las plantas.

2. pH en jabón y cosmética.

3. FPS: protectores solares naturales. Fotosensibilizantes.

4. Baños aromáticos: Bombas y sales de baño.

5. Los perfumes: fijadores vegetales y naturales. Sus combinaciones.


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Nota: sólo hablamos para uso externo.


1. EXTRACCIÓN


La extracción  es el proceso que consiste en obtener de las plantas vegetales sus principios activos mediante distintos métodos: extracción mecánica (incisión, expresión), por destilación (aceites esenciales, hidrolatos) o por medio de un disolvente o menstruo (agua, alcohol, éter, glicerina, aceite vegetal...) a través de una extracción estática o discontinua (maceración, digestión, infusión, decocción) o bien por medio de una extracción continua o dinámica (percolación, Shoxhlet). 

El método más utilizado es la maceración a temperatura ambiente. Se introduce la parte de la planta troceada a macerar en un recipiente desinfectado, se añade el solvente elegido, siempre debe quedar la planta totalmente sumergida en el líquido para evitar la putrefacción y se deja en reposo (puede haber agitación esporádica) el tiempo necesario hasta el agotamiento del activo, luego se filtra, dando lugar por un lado al extracto y por otro al residuo. Lo ideal es que el bote de cristal sea oscuro, azul, marrón o verde, para que la luz no lo atraviese. Si la maceración se realiza con un poco de calor (40-60 ºC), se denomina digestión.

El producto del proceso de la extracción es el extracto. Los extractos son el resultado de preparaciones de las plantas, generalmente secas, en un solvente.  

La planta se puede añadir fresca o seca, dependerá de cómo conserve mejor sus principios activos, algunas se pueden utilizar de las dos maneras, otras sólo en seco (la mayoría) y otras sólo frescas, en este último caso puede ser porque pierdan sus principios activos al secarse o porque se transformen en tóxicas (por ejemplo las hojas de la hiedra). 
Si es fresca, es mejor utilizarla en el momento de su recolección para que tenga todas sus propiedades. El problema de echar la planta fresca es que tiene que estar totalmente libre de humedad, si no es así, una sola gota pudre la maceración y además debe estar limpia, sin polvo. 

La planta fresca está compuesta de células vivas que crean una pared impermeable que dificulta la extracción de sus activos, además puede crear procesos enzimáticos. Para evitar esto la planta se deseca, la impermeabilidad de la pared celular desaparece y cesa toda actividad enzimática pudiendo extraer fácilmente todos los principios activos.

Las plantas no tienen sus principios activos en todos sus órganos, se utiliza la parte de la planta que contenga las moléculas que se deseen obtener. Según la especie se pueden echar las hojas, la madera, las raíces, rizomas, las cáscaras de los frutos, leños, semillas, flores, resinas, cortezas, etc., o incluso toda la planta.

Es conveniente trocearla en el momento que se proceda a su preparación para ayudar a liberar mejor sus principios activos. Ej.: la vaina de vainilla si no se trocea a lo largo no deja que el solvente libere las propiedades de la semilla. Los trozos no deben ser muy grandes para ayudar a la salida del activo pero tampoco demasiados pequeños (no dejarla en granos) para que no se compacte.

La proporción de planta con respecto al solvente  dependerá del uso al que se destine, tipo de planta, parte, tipo de solvente y principio activo que se quiera obtener. Si es fresca se utiliza el doble de cantidad que seca. Generalmente las proporciones planta/solvente son para flores, hierba y corteza 1:2, para semillas 1:3 y raíces 1:1,5.


El tiempo que tarda en extraer el solvente los principios activos puede variar entre dos días a dos semanas. No existe una fecha fija debido a muchas variantes: naturaleza química de las moléculas (composición, volatilidad, oxidación...), tipo de solvente, temperatura, viscosidad del medio, velocidad de difusión, tamaño dado al vegetal, pH del medio, etc. 
Los remedios a base de vegetales reciben el nombre de preparados galénicos, en honor al médico griego Claudio Galeno (129-200 d.C.)

               




Tipos de extracciones: formas galénicas.

Oleato-flor-fresca-de-jazmín-en-aceite-de-coco-fraccionado
Flor de jazmín fresca en coco fraccionado
Las plantas se utilizan según sus propiedades químicas a la hora de macerarlas. Algunas son solubles en el solvente agua, en aceite, en alcohol o en glicol, otras admiten varios solventes por lo que se puede elegir el tipo de principio activo que se desee liberar. Por ejemplo las resinas se utilizan en tintura alcohólica pero no se maceran en agua al no liberar esta sus moléculas.
                     
El extracto, presenta tres formas físicas: puede ser líquido, semisólido (denso o blando) y seco según su consistencia. El extracto líquido tiene consistencia fluida, el extracto denso tiene consistencia semisólida según la evaporación total o parcial que se aplique al solvente. El extracto seco consiste en evaporar totalmente el solvente usado en su elaboración, sus principios activos son los más fuertes y la relación planta/extracto es de 5:1 a 10:1. 

 Según con el tipo de solvente en el que se maceren las plantas se conocen como extractos: en alcohol (extracto alcohólico), en agua y alcohol (extracto HA-hidroalcohólico), en agua (extracto acuoso), en glicerina (extracto glicérido o glicerínico), en glicol (extracto glicólico), en aceite (extracto oleoso u oleato), etc.



Extracto alcohólico, extracto HA-hidroalcohólico: tintura.
Extracto líquido cuya relación de planta respecto al alcohol es de 1:5 partes. La planta se macera en alcohol o en agua y alcohol. Este método no necesita calor ya que un aumento de temperatura supone la evaporación del solvente. Presenta una alta concentración de principios activos por lo que se utiliza en dosis bajas. La graduación del alcohol varía en su concentración desde 60º hasta 96º dependiendo de la parte de la planta a macerar presente partes acuosas en su composición.
                                
Si la planta a macerar se echa seca se denomina "alcoholado". Si la planta a macerar se añade fresca se llama "alcoholaturo". El resultado de estas maceraciones da lugar a las tinturas. La tintura clásica proviene de la maceración de planta seca y la tintura madre de planta fresca. 

El mejor alcohol es el etílico o etanol sólo derivado de fuentes vegetales como el procedente de cereales, que es completamente natural. El vodka es un buen alcohol para macerar porque es natural, no tiene olor y no se evapora, hay que mantenerlo en sitio templado. El ron, ginebra, también va bien. El alcohol etílico de 96º puro u oficinal procede de fuentes vegetales (no confundir con el alcohol  denat de 96º de droguería) y está destilado para conseguir tan alta graduación, es el que más se utiliza para maceraciones alcohólicas. El agua debe ser siempre destilada o de manantial.

Se deja la planta macerando y luego se filtra con un colador de tela. Guardar en sitio oscuro, remover cada día. Se puede volver a poner planta nueva sin tirar el alcohol, dejar dos semanas más, filtrar, y ya está listo el preparado. 

Las tinturas son soluciones alcohólicas o hidroalcohólicas que llevan una proporción de droga/solvente de 20 g/100 ml y si el activo es muy potente    presentan una proporción 10 g/100 ml.
Las  tinturas se utilizan para perfumería, cosmética, jabones y en medicinas por sus magníficas propiedades. Se usan también como fijadoras de aceites esenciales y aromas en cremas y jabones, dan fragancia a los jabones y son conservantes de grasas. Se pueden añadir directamente a la traza o se puede echar unas gotitas en el aceite esencial o aroma que se vaya a añadir al jabón. En cremas se usa en muy baja proporción porque reseca la piel, especialmente la del cutis por lo que se utiliza un máximo del 2 % del peso total.

Este método es muy apropiado para las raíces de las plantas, o plantas que contengan mucho agua y para las resinas. A mayor dureza de la parte de la planta o mayor cantidad de agua que posea, se aumentará la proporción de alcohol y se bajará la de agua. Por ejemplo macerado de:
- Flores: alcohol de 60º (entre 1-7 días).
- Hojas y tallos: alcohol de 70º (entre 2-3 semanas).
- Raíces, cortezas y resinas: alcohol de 80º (entre 3-4 semanas).
- Aceites esenciales y resinas: alcohol < 90º (entre 3-4 semanas).

Según la estructura química de los principios activos, el alcohol disuelve:
- Aceites esenciales.
- Ácidos orgánicos.
- Alcaloides.
- Aminoácidos y proteínas.
- Bálsamos.
- Resinas.
- Fitoesteroles.
- Glicósidos (heterósidos).
- Pigmentos vegetales: antocianinas (hidroalcohólico), clorofilas, carotenos...
- Vitaminas hidrosolubles del grupo B y vitamina C.
No disuelve: azúcares, gomas, pectinas, proteínas...


Extracto glicérido:
Extracto líquido cuya relación de planta respecto al disolvente glicerina es de 1:5 a 1:10. La glicerina se puede utilizar sola o  mezclada con alcohol en proporción 1:1.
Se usa para partes de las plantas frescas, tiernas e inmaduras o sensibles como  flores, brotes jóvenes como yemas y semillas. Su tiempo de extracción ronda las tres semanas.
La glicerina por su viscosidad no extrae tantos principios activos como el agua, el alcohol o el resto de glicoles. Disuelve aceites esenciales, ácidos orgánicos, taninos, azúcares, hidratos de carbono, mucílagos, algunos colorantes, la mayoría de sales... 
El extracto HAG-hidroalcoglicerinado: está compuesto de agua (25 %), alcohol (25 %) y glicerina (50 %).


Extracto glicólico:
Los glicoles más utilizados como extractivos son el butilenglicol, etilenglicol, dietilenglicol y especialmente propilenglicol. Los más comunes son los extractos  hidroglicólicos. Aunque la glicerina es un glicol, se ha puesto aparte, como otro tipo de extracto, por su alta viscosidad. Los glicoles extraen menor proporción de activos que los extractos alcohólicos. 
La planta se macera en agua y glicol a partes iguales. La proporción de planta seca/solvente es de 1:5 o 1.10. 
El tiempo de maceración va de tres a cuatro semanas. Presentan poder bactericida y son grandes disolventes y humectantes. Son utilizados exclusivamente por vía tópica, especialmente en emulsiones o/w y geles acuosos sin desestabilizarlos. No suelen presentar problemas de irritaciones debido a su baja absorción por la piel. Aportan higroscopicidad a los preparados cosméticos evitando que se sequen.

Según la estructura química de los principios activos, los glicoles disuelven:
- Aminoácidos y proteínas.
- Fitoesteroles.
- Glicósidos (heterósidos).
- Glúcidos (azúcar, almidón, celulosa, inulina, pectina, mucílagos).
- Pigmentos vegetales hidrosolubles: antocianinas y flavonoides.
- Saponósidos.
- Taninos.
- Vitaminas hidrosolubles (grupo B y vitamina C).


Extracto oleoso: oleato.



Se maceran plantas frescas (limpias, sin humedad y troceadas) o secas en aceite base o vegetal (oliva, almendra, girasol, soja, etc.), en bote de cristal, agitando el bote cada día. Una vez pasado el tiempo adecuado se saca las plantas exprimiéndolas.


El aceite de oliva nunca pudre la maceración, pero tarda más que otros aceites en absorber los principios activos, por lo que hay que tenerlo en cuenta para alargar el tiempo de maceración. El aceite de coco fraccionado es uno de los mejores aceites para oleato por su poder de absorción de los principios activos y por su baja ranciedad.


Según la estructura química de los principios activos, el aceite disuelve:
-Aceites esenciales.
-Ácidos grasos.
-Terpenos: esteroles...
-Pigmentos vegetales liposolubles: carotenos o provitamina A (betacaroteno, licopeno, xantofilas, luteína), clorofila.
-Vitaminas liposolubles A, D, E, F y K.


- Macerado en grasa (enflorado):

Flor de nardo en manteca de cerdo
- Grasa en frío:
Consiste en extraer el aceite esencial de las flores muy sensibles al calor con grasa en frío. Las grasas tienen un gran poder de absorción de las sustancias aromáticas. Este método se utiliza para flores sensibles al calor, flores que tienen un bajo contenido en esencias o que después de su destilación todavía conservan esencia, como el jazmín.
Las grasas que se utilizan son una parte de sebo purificado y el doble de manteca de cerdo, un 0,6 de benjuí para estabilizar y un 0,20 de alumbre para evitar que se enrancie. Se va colocando capitas finas de la flor escogida encima de las grasas, cuando la flor se empiece a marchitar (uno o dos días) se retira y se vuelve a poner las nuevas, así durante toda la cosecha. Después se mete en batidoras con alcohol etílico varios días.
Si el aceite esencial es concentrado al vacío, se elimina el alcohol y se obtiene el absoluto.
Es un método muy caro porque requiere mucha mano de obra.

- Grasa en caliente:
Se utilizan las mismas grasas que en el método anterior, se mezclan las flores con la grasas directamente en una proporción de 2:8, se pone a calentar toda la mezcla durante dos horas a 80 ºC. Las flores extraídas se someten a presión para recuperar el aceite esencial. Después se trata como en el método anterior.
Este es el método más antiguo que se conoce.


Extracto acuoso:
Los principios activos de la planta se obtienen a través del solvente agua. Es el solvente que mayores principios extrae.

─ Maceración en agua: introducción de partes de la planta en agua a temperatura ambiente durante un determinado tiempo (minutos, horas o hasta dos días). No se debe sobrepasar las 48 horas para evitar la fermentación.
Se usa para parte de plantas delicadas y frescas como hojas de rosas, brotes tiernos, flores, sumidades floridas, etc.

El agua extrae:
- Ácidos carboxílicos (no monocarboxílicos).
- Alcaloides (en un medio ácido, como ácido cítrico en proporción 1:1 con la cantidad de alcaloides a extraer que contenga la planta.
- Aminoácidos y proteínas.
- Glúcidos (azúcar, almidón, celulosa, inulina, pectina, mucílagos...).
- Gomas.
- Minerales y oligoelementos.
- Pigmentos vegetales hidrosolubles: antocianinas y flavonoides.
- Sales de alcaloides.
- Saponinas.
- Taninos.
- Vitaminas hidrosolubles del grupo B y vitamina C.
No disuelve: aceites esenciales, grasas, resinas, vitaminas liposolubles...


Dentro del extracto acuoso se encuentran las extracciones realizadas con calor:

─ Infuso:
Se prepara sólo con las partes de plantas ya pulverizadas y generalmente secas o finamente divididas en recipiente de vidrio, porcelana o esmaltado (no utilizar metal porque reacciona con los taninos). Se introduce primeramente el agua en el recipiente sin la planta y  se lleva a ebullición, se retira de la fuente de calor y se añade las plantas, se tapa, se deja reposar  unos cinco minutos y se filtra el líquido con tela.
 Suele utilizarse para plantas aromáticas que al ser delicadas (hojas, flores) con decocción perderían sus principios activos. La temperatura de las infusiones va entre un mínimo de 50 hasta un máximo de 100 ºC. La proporción suele ser un 5 % de planta con respecto al agua. Si los principios activos son muy potentes se puede reducir a un 2 %.
No utilizar más de un día aunque estén en la nevera, pues al no cocer la planta es más propensa a enranciarse.
El infuso es lo que típicamente preparamos en casa con el nombre de infusión. 


─ Infusión: este método de extracción con agua según las farmacopeas consta de varias partes :

Se prepara una maceración en agua fría introduciendo las partes de las plantas finamente divididas en un recipiente en proporción 1:1 (ej.: infusión de 100 g de peso, se utiliza 5 g planta con 5 g agua destilada) y se deja macerar unos quince minutos para que la planta se empape.
Pasado ese tiempo se añade al recipiente agua en ebullición (ej.: 90 g) colocando el recipiente al baño María durante unos cinco minutos agitando. Retirar del baño, tapar y dejar reposar unos 30 minutos (agitar de forma ocasional).
Se procede a filtrar el preparado. Si llegara a faltar agua se puede complementar su peso o volumen inicial añadiendo agua sobre la masa de planta que se está filtrando.
                            


─ Decocción: consiste en poner en ebullición la parte de la planta en agua destilada para conseguir extraer los principios activos que bien por su dureza (raíz, leño, corteza, semilla) o bien porque necesiten calor constante o acción continua de agua.
Se requieren unos pasos obligados para extraerlos adecuadamente: 
。En un recipiente adecuado con tapa se mezcla 1:1 proporción planta/agua durante cinco minutos, procurando que la planta se empape uniformemente. Pasado estos minutos se destapa, se añade  un 45 % más del agua que se había añadido volviendo a tapar y dejando diez minutos más macerando.
Ej.: para una decocción de 100 g: 5 g planta/5 g agua destilada. Cinco minutos después se añade 45 g de agua fría.
。Se cuela el preparado y se añade un poco más de agua, se calienta durante quince a treinta minutos según la dureza de la planta (hojas, flores, brotes verdes necesitan  menor tiempo que raíces, cortezas, semillas o leños).
。Pasado el tiempo de ebullición se procede a reposar durante treinta minutos.
。Filtrar hasta obtener el peso inicial. Si faltara agua  completar el peso pasándola por el filtro.


─ Decocto: es una decocción simple. En un recipiente adecuado se añade agua destilada y se lleva a ebullición. Alcanzado este punto se introduce un 5 % de  planta que se tenga preparada finamente dividida con respecto a la cantidad de agua añadida, se tapa y se deja hervir durante 5-30 minutos dependiendo si son partes duras (semillas, corteza, etc.) o blandas (flor, hoja). 
Pasado este tiempo se retira del fuego y se deja en reposo quince minutos. Después se procede a colar.




Otros tipos de extracciones:

Por destilación al vapor (hidrolato)

Alambique-Chaladura-de-jabones
Alambique de 3 L
Se obtiene por destilación de la planta con vapor de agua, la planta no toca el agua.

La destilación se realiza en alambiques.  La caldera del aparato se rellena de agua destilada y por encima, en una especie de rejilla,  la parte de la planta triturada o troceada.  Se pone a fuego no directo y se produce la ebullición liberando la planta su aceite esencial, de ahí pasa al condensador (cabeza) donde se condensa el vapor y se refrigera y el líquido resultante gotea por el tubo o serpentín al recibidor, donde queda un mezcla separada de aceite esencial por encima (al ser insoluble al agua y menos denso que esta), y agua floral por debajo, pasando a separarse las dos fases. El agua es el hidrolato, hidrosol o agua floral.

Los hidrolatos contienen las sustancias hidrosolubles de las plantas y llevan un poco de porcentaje de aceite esencial. Los hidrolatos conservan el aroma y las propiedades naturales de las plantas.

 En la fotografía posterior aparece un hidrolato de manzanilla romana que contiene en su superficie aceite esencial (de color verde y azul). El color azul corresponde al azuleno.


Hidrolato-de-manzanilla-romana-con-restos-de-aceite-esencial-Chaladura-de-jabones
Hidrolato de Anthemis nobilis.
Este método es muy usado con las flores, sobre todo con flores que contienen poco aceite esencial como el azahar y la rosa.

Se puede añadir vitamina E para su mejor conservación y guardarlo en frío.
Los hidrolatos se emplean entre otros, para el cuidado de la piel, tónicos faciales, colonias suaves e incluso postres. 

La mayoría de los perfumes se obtienen por destilación. 





Expresión:

Es el utilizado para los cítricos. Es un método de extracción por prensado. Extrae el aceite esencial por presión en frío de la corteza de los frutos exprimiendo sin calentar. También se llama raspado. 
En sus cáscaras es donde se concentra todo el aceite esencial. Primero se retira la pulpa y se monda el fruto, debe quedar sólo la cáscara sin el mesocarpo interno  (parte blanca), después se exprime la corteza y se deja reposar con agua para que sedimente. El aceite queda arriba y el agua abajo, y se pasa a separar.



C02 supercrítico:

Método de extracción de la materia prima vegetal con dióxido de carbono. Este gas inocuo e incoloro, sometido a una temperatura superior de 31 ºC y a una presión elevada pasa a un estado "supercrítico", es decir, intermedio entre la fase líquida y la fase sólida que lo convierte en un importante solvente para obtener las moléculas sin dañarlas.
Cuando las moléculas se han disuelto en el gas, todo el conjunto pasa al vaso de expansión donde el CO2 recupera su forma gaseosa.

Con este método se consigue las esencias absolutas y concretas, extracciones de colorantes, antioxidantes, etc.

Este tipo de solvente es respetuoso con el medio ambiente al no dejar residuos y por poderse reciclar. 






1.1.  División de los principios activos de las plantas según su estructura química. Breve repaso.

Presentan tantos compuestos, así como sus uniones que es difícil establecer algunos en un solo grupo. Entre los principales encontramos:

Vitaminas: son sustancias orgánicas necesarias para el funcionamiento celular,  de naturaleza química muy variada. Generalmente son muy sensibles al calor, oxígeno, luz y cambios de pH.
Pueden ser hidrosolubles o liposolubles.
Hidrosolubles: se disuelven en agua. Son las vitaminas del grupo B y la vitamina C.
Liposolubles: se disuelven en grasa o aceite. Son las vitaminas A, D E, F y K. Son muy resistentes al calor.
Nota: las propiedades para la piel de cada vitamina se encuentran en la pestaña Plantas y aditivos.  

Minerales y oligoelementos: sustancias naturales inorgánicas. Generalmente en las plantas estos átomos se presentan unidos a moléculas de ácidos formando así sales minerales. Se localizan en todo tipo de plantas, en las flores frutos y en las algas.
Ej.: calcio (avena, borraja, manzana, nuez, ortiga, sésamo...).
Fósforo: (avena, maíz, nuez, zanahoria...).
Hierro: (aguacate, cereza, ortiga, espirulina, uva...).
Magnesio: (sésamo, tilo...).
Silicio: (borraja, cola de caballo, ortiga...).

Lípidos y grasas: los lípidos son sustancias cuyas moléculas están formadas por la unión de la glicerina u otros alcoholes con diferentes ácidos grasos. Contienen oxígeno, carbono e hidrógeno y a veces fósforo.
Poseen propiedades nutritivas, energéticas, emolientes, suavizantes...
Un tipo de lípido son las grasas y los aceites vegetales, compuestos por ésteres de glicerina con ácidos grasos mono o poliinsaturados.
Ej.: aguacate, avellana, avena, cacao, espirulina, maíz, nuez, oliva, grasa animal...

Alcaloides: son sustancias muy activas compuestas por nitrógeno, oxígeno, carbono e hidrógeno. Se pueden encontrar en cualquier parte de la planta (raíz, semilla, flor, hoja...). Son de naturaleza básica o alcalina (excepto colcichina) y se suelen encontrar en los vegetales en forma de sales. Aunque la planta esté seca no pierde la concentración de alcaloides. Se utilizan en mínimas cantidades por su potencia, son psicoactivos.
Ej.: avenina (avena), cafeína (cafeto, té), teobromina (cacao), quinina, piperina, morfina, atropina...
Algunos sólo se pueden usar con control médico.

Ácidos orgánicos: son compuestos oxigenados derivados de hidrocarburos con un grupo ácido. Se concentran principalmente en los frutos y bayas de las plantas. Pueden ser sólidos o líquidos. Reaccionan con alcoholes produciendo ésteres o con bases producen sales. Suelen tener sabor ácido.
Ej.: ácido acético (vinagre), ascórbico (vitamina C), butírico (ácido de la leche), cítrico (frutas cítricas principalmente), clorogénico, fórmico (ortigas), málico (manzanas, uvas), tartárico (uvas principalmente), oxálico (perejil), pirúvico, salicílico (sauce), succínico, valeriánico, ácidos grasos (oleico...).

Proteínas y aminoácidos: sustancias cuyas moléculas están formadas por cadenas de aminoácidos, se encuentran en todas las plantas en distintas proporciones, principalmente en semillas y algas. Contienen hidrógeno, oxígeno, carbono y nitrógeno.
Ej.: arginina, felinalina, glicina, lisina, valina...
Ej.: algas, alfalfa, avena, cacao, aceites de aguacate, de avellanas, de maíz, de nueces, de sésamo...

Glúcidos: conocidos también como carbohidratos, hidratos de carbono, glícidos, sacáridos o azúcares. Son sustancias producidas por la fotosíntesis y están compuestas de hidrógeno, carbono y oxígeno. Son dulces, sólidos y blancos. Son muy abundantes en los vegetales y se localizan en bulbos, flores, frutos y hojas. Pueden ser:
- Azúcares: glucosa, fructosa, lactosa, sacarosa, maltosa, etc., se localizan principalmente en los frutos.
Ej.: arándanos, frambuesas, fresas, moras, uvas...
- Almidón: emoliente y antiinflamatorio (avena, maíz, lirio...). Abundante en semillas.
- Celulosa: fibra vegetal. Ej.: algodón.
- Pectina: lubricante y suavizante (arándano, cerezas, escaramujo, manzana).
- Inulina: hidrata y calma (bardana, consuelda, diente de león, equinácea). Abunda en las raíces. 
Mucílagos: son derivados de glúcidos de consistencia gelatinosa. Retienen agua, se hinchan y aumentan su volumen (algas marinas, aloe, borraja, lino, llantén, malva, malvavisco, tilo...). Son protectores, antiinflamatorios y emolientes para la piel.


Terpenos: son compuestos orgánicos derivados del isopreno (líquido incoloro elaborado por las plantas como posible protección al calor). A temperatura ambiente son transparentes.


Se encuentran entre los más numerosos los monoterpenos, sesquiterpenos (son junto con los monoterpenos, los principales componentes de los aceites esenciales), diterpenos, triterpenos...
Más información de los terpenos, en la página "aceites esenciales", en el apartado "División de los aceites esenciales según su función química".


Polifenoles: conocidos también como fenilpropanoides o compuestos fenólicos. Son sustancias con gran poder antioxidante, antiinflamatorio y vasodilatador.
Fenol. Wikipedia.org

Se dividen en: ácidos fenólicos o fenoles, cumarinas, quinonas, ligninas, taninos y flavonoides. Se encuentran bajo la forma de compuestos libres (aglicones) o se encuentran unidos a distintos azúcares formando glicósidos (heterósidos) siendo los más comunes. Las moléculas de los glicósidos están formadas por la unión de dos tipos de sustancias: un azúcar o glicona (glucosa, galactosa, fructosa...) y otra no azucarada llamada aglicón, aglicona o genina, esta última puede ser un ácido, alcohol u otro componente orgánico. Sus propiedades van a depender del tipo de genina que los componga.
Algunos tipos de glicósidos son:
  • Glicósidos fenólicos (hidroquinónicos): su genina es la hidroquinona. Son fuertes antisépticos y antiinflamatorios. Son también analgésicos y fortalecedores de los capilares sanguíneos.
Ej.: aburtina.
Ej.: arándano, cola de caballo, peral, sauce....

  • Glicósidos sulfurados: sus geninas azufradas son volátiles, forman esencias. Son antibióticas, antirreumáticas, balsámicas y rubefacientes.
Ej.: ajo, capuchina, cebolla, mostaza...

  • Glicósidos cumarínicos (lactónicos): son aromatizantes, proporcionan el típico olor a heno. Son venotónicos, dilatadores, aumentan la resistencia de las paredes capilares (varices, edemas y hemorroides), grandes protectores solares, antibacterianos, antibióticos, antiinflamatorios, analgésicos y sedantes.
Ej.: vitamina K (dicumarol), esculina...
Ej.: avena, bardana, canela, castaño de Indias, manzanilla...

    Glicósidos antocianínicos: son pigmentos responsables de los colores azules, rojos y violáceos de flores (especialmente), frutos, hojas y semillas. Se usan mucho como colorantes naturales. Si llevan azúcar se denominan antocianinas, si carecen de azúcar se denominan antocianidinas.
Actúan como antisépticos, antiinflamatorios, antimicrobianos, antioxidantes y presentan acción vitamínica P (son protectores capilares).
Ej.: aciano, arándano, malva, rosal, vid, violeta...

     Glicósidos saponínicos: su genina es la saponina (si la genina es triterpénica sería un derivado terpénico). Suelen ser aromáticas. Actúan como el jabón disminuyendo la tensión del agua para producir espuma (propiedad tensoactiva).
Son coadyuvantes, hemostáticos, tónicos venosos, analgésicos, antiinflamatorios, cicatrizantes, desinfectantes, emolientes, efectivos en las afecciones de la piel (especialmente para la dermatitis) y antirreumáticos.
Ej.: abedul, castaño de Indias,  centella asiática, ginseng, hiedra, margarita, primavera, regaliz, rusco, saponaria, tomillo...

  • Glicósidos flavonoides: pigmentos cuya genina está formada por la flavona y sus derivados. Poseen todos propiedades comunes antiinflamatorias, antioxidantes, hemostáticas, venotónicas,  reducen edemas, actúan como reparadores de la fragilidad capilar al activar la circulación superficial y reforzar los vasos capilares (actividad conocida anteriormente como vitamina P).
Su actividad antioxidante les permite proteger a las células de la acción de los radicales libres al captarlos y neutralizarlos. Poseen propiedades quelantes (al ser afines con los iones divalentes de metales pesados) lo que evitan procesos de oxidación. Son perfectos antienvejecimiento de la piel, antiarrugas, suaves, aptos para cualquier tipo de piel, incluso piel alérgica.
Algunas clases de flavonoides son las chalconas, flavonas, flavonoles, flavanoles (catequinas), flavanonas, isoflavonas, antocianinas y taninos condensados.
A la gran variedad de los colorantes amarillos (principalmente de las flores) se los conoce como flavona o flavonoides.
Ej.: apigenina, crisina, diosmina, luteolol o luteolina, rutina o vitamina P (flavonas); galangina, quercetina, miricetina, kaempferol, rutósido o rutina, silimarina (flavonoles); catequina, teaflavina (flavanoles); genisteína, gliciteína, daizteína (isoflavonas); hesperidina, naringenina (flavanonas); cianina, delfinina, malvidina (antocianinas)...
Ej.: abedul, anís, arándano, avena, cacao, caléndula, castaño de Indias, ginkgo, manzanilla, menta, ortiga, perejil, plantas cítricas, regaliz, soja, leguminosas, té verde y negro, tilo, tomillo, vino tinto, uvas...

 • Ácidos fenólicos: poseen propiedades antibacterianas, analgésicas y antioxidantes. Se encuentran en todo tipo de plantas, flores y frutos.
Ej.: cafeico, gálico, clorogénico, rosmarínico, salicílico (ácido orgánico de tipo fenol)...
Ej.: maíz, uva y vino blanco, té, albaricoque, cereza, manzana...

 • Quinonas: son compuestos fenólicos (procedentes de la oxidación de los fenoles) con gran acción antibacteriana, antifúngica y antimicrobiana. Sus colores son muy brillantes y a simple vista no se suelen ver.
Pueden ser benzoquinonas (se las conoce como quinonas simplemente) que son pigmentos de color amarillo, o naftoquinonas, de color amarillo, naranja o rojo. Se encuentran en la salvia, corteza o raíz de las plantas superiores, en líquenes...
Ej.: coenzima Q10, vitamina E, K...
Ej.: juglona (nogal), alcanina, lawsona...

 • Taninos: sustancias de secreción de las plantas muy complejas, cuya estructura química hace que no se les pueda clasificar en un solo grupo. 
Se dividen principalmente en dos grupos:
     -  Taninos hidrolizados, en los que se incluyen los derivados del ácido gálico o galotaninos (ésteres de un azúcar con varias moléculas del ácido gálico) y los derivados del ácido elágico. Se denominan hidrolizados por la facilidad de hidrolizar con ácidos, bases o por vía enzimática. Son antioxidantes.
  - Taninos condensados o proantocianidinas (PCAs): carecen de azúcar en su estructura. No son hidrolizables apenas. Se forman por condensación de catequinas. Potentísimos antioxidantes.

   Los taninos son compuestos fenólicos que coagulan la gelatina y otras proteínas formando una capa seca y resistente sobre piel y mucosas para desinflamar y cicatrizar. Al fijarse en las proteínas de la piel forman puentes iónicos o de hidrógeno, dotándolos de capacidad para reafirmar la piel y de poder astringente, produciendo una constricción de los poros, siendo excelentes para pieles acneicas o grasas. Protegen a la piel contra la deshidratación. Son antioxidantes al ser capturadores de radicales libres. Los taninos catéquicos presentan también acción hemostática, vasoconstrictora  (varices, hemorroides) por disminución de la permeabilidad capilar, aceleran la curación de pequeñas heridas y cortes. 
Solubles y extraíbles en agua. Se encuentran en todas las plantas superiores, principalmente en cortezas y raíces y a veces en las hojas.
Ej.:  aciano, arándano, fresal (hojas), hojas de hamamelis, raíz de ratania, té verde, manzanas, moras,  frutas verdes, hojas de nogal, roble (agallas, corteza), vid, uvas, familias de las leguminosas, rosáceas...





1.2. Recolecta general de las plantas


Se recogen con tiempo seco y soleado, mejor al mediodía para que no tengan rocío:

- Flores: cuando la corola esté abierta, que es el momento que contienen más principios activos. En el caso de las sumidades floridas (extremidad florida de la planta) se cortan por donde el tallo esté tierno.

- Tallos: se recogen después del brote de las hojas y antes de que salgan las flores (en las plantas herbáceas); las plantas leñosas en invierno.
Si la planta es anual al comienzo de la primavera, si es vivaz no antes de que la planta esté madura.

- Hojas: cuando llegan a su plenitud o comienza la floración pero antes del desarrollo total de la flor.

- Corteza: en primavera antes de la floración, que es el momento por el que circula más savia, o al final del ciclo anual.

- Raíces y rizomas: en primavera cuando empieza a brotar las hojas, o en otoño cuando caen las hojas.
Si la planta es bienal se recogen en otoño del primer año, si es vivaz en el segundo o tercer año.
No se deben raspar para evitar la pérdida de sus principios activos. Se lavan muy bien para eliminar los posibles bichitos y la tierra.

- Frutos: si son carnosos nada más madurar, si son secos cuando estén completamente formados pero no totalmente secos.

- Semillas: se recogen cuando la planta comienza a secarse.



  Secado: se secan a la sombra en capas finas, removiendo a menudo, sobre papel natural, cartón o madera, en sitio seco, fresco y ventilado, sin humedad para evitar bacterias. En los casos de ramilletes se pueden colgar.
Una vez bien secas, si no se van a utilizar, se guardan sin triturar, en frascos de vidrio o cerámica, nunca plástico, o bolsitas de papel, en lugar fresco y oscuro. Si están bien conservadas pueden guardarse durante dos años. En el momento que se vayan a utilizar se trituran. 



2. EL pH EN JABÓN Y COSMÉTICA

   Es una medida que  indica el grado de acidez o alcalinidad de una concentración (la concentración de iones de hidrógeno). El pH neutro es 7.0. Como todos los preparados llevan agua, partimos de que la solución acuosa varía en una escala de 0 a 14 para medir el grado de acidez y basicidad (alcalino) del jabón o cosmético. Un punto más ácido o más básico significa que es diez veces más ácido o alcalino. A la hora de añadir los principios activos o aditivos se debe tener en cuenta su pH.



El pH de la piel es ligeramente ácido, entre 4 y 7 según el área del cuerpo. Ronda  los 5.4 a 5.9, es decir, su media es 5,5. En algunas zonas puede alcanzar el 6,5 como en las axilas; el cabello y cuero cabelludo entre 5,5-6 y el 7,5 para la mucosa del ojo. 
Influyen varias variantes, como la piel del niño pequeño o bebé y la piel del adulto, el niño presenta un pH más alto (su manto ácido no está todavía formado) que el adulto; la piel de la mujer es ligeramente más alcalina que la del hombre; la menopausia, la pubertad, los tipos de pieles (las secas tienden a más ácidas que las grasas o las pieles normales) varían el pH.

Es importante respetarlo para evitar que se altere el manto ácido natural de la piel que es el  protector de la entrada de microorganismos (bacterias y hongos). Su desequilibrio provoca irritaciones, piel más seca, dermatitis atópica, etc. El lavado con detergentes fuertes alcaliniza la piel y aunque esta tiende a su estado ácido al cabo de pocas horas, su uso constante acaba variando su capacidad protectora.
Las cremas deben tener un pH 5,5 para no causar ningún trastorno en la piel, al igual que los geles de baño o ducha (excepto geles para uso infantil); los acondicionadores del cabello y los geles o jabones íntimos deben tener un pH más ácido que las cremas (4,5-5,5).
La mayoría de los productos que se utilizan en cosmética tienen un pH  ácido, como el de nuestra piel (los comerciantes de productos cosméticos suelen denominar "pH neutro" al cosmético que posee el pH ideal de la piel, es decir, ácido).

Productos partiendo de un pH neutro de 7: 
- Moderada y ligeramente ácidos: miel natural (4), aceites vegetales (especialmente los extraídos de semillas), mantequilla, margarina, manteca de cerdo, zanahorias (5-6), granos de café, avena, semillas, leche de vaca, de soja, de almendras, de avena, plátanos(4-5), fresas (3-5), frambuesas, arándanos, coco, aceite de oliva, la mayoría de hierbas y especias...                                                         - Alta acidez: café, cerveza, té negro, vinagre de manzana...
- pH 7 neutro: agua pura, destilada.
- Ligeramente básico: agua de mar (8.5), sal marina, sal del Himalaya, bicarbonato sódico (8)...
- Moderadamente básico: algas marinas.
- Altamente básico: hidróxido de sodio. 


Medir el pH

El pH se mide con el papel tornasol dejándolo actuar unos segundos. Son unas tiras que venden que tiñen el papel indicando con el cambio de color como es el pH de los cosméticos.
También lo podemos fabricar nosotros con diversas plantas, una que va muy bien es la col lombarda. Se necesita un papel fuerte absorbente como filtros de café, papel de fibra, de tipo cebolla, papel neutro...
El agua debe ser destilada por ser neutra.
Se corta la col en trocitos y se pone en decocción, cuando el agua ya está morado o azulado, se retira, se cuela y se vuelve a poner en el fuego para reducir el líquido (opcional). Se echa el papel en el agua y se deja un rato sumergido para que lo absorba bien, lo dejamos secar (mejor secar en cuerdas que en horizontal) y se corta en tiras. También sirve hervir el agua y colocar las tiras directamente en el agua.
El color que dará el papel de la col a someterla a un medio ácido irá de rosa (ligeramente ácido) hacia violetas (medianamente ácidos) a rojo fuerte (muy ácido); si se somete a un medio alcalino o básico irá de azul (ligeramente básico), tirará a verde (medianamente básico) a amarillo (muy alcalino).
Para comprobarlo en los jabones, se disuelve un poquito en agua y se comprueba sumergiéndolo en el líquido.




3. EL SOL: PROTECCIONES SOLARES NATURALES.

Breve repaso:
Las radiaciones solares se conocen como radiaciones actínicas. Las emisiones solares que llegan a la tierra son las radiaciones ultravioletas (UV)  , la luz visible (V) y los rayos infrarrojos (IR). Su longitud de onda viene expresada en nanómetros (nm). Cuanto menor longitud, mayor energía de radiación.

━ Radiaciones ultravioletas: corresponde a un 10 % de radiación solar que llega a la tierra. El sol emite tres tipos de esta radiación, de los cuales dos llegan a la tierra: 


• Rayos UVC : son absorbidos por la capa de ozono, por lo que de momento, mientras no se reduzca, estamos protegidos. Su longitud de onda comprende de 100-290 nm. Son los más peligrosos al ser los más energéticos.

• Rayos UVB: son rayos ultravioletas de onda media (290-320 nm), se quedan en la epidermis viva sin atravesar las otras capas de la piel (dermis e hipodermis). Producen las rojeces (eritemas), quemaduras y los cánceres (por alteración del ADN celular). La piel queda desprotegida dando lugar a infecciones.

• Rayos UVA: son rayos de onda larga (320-400 nm), atraviesan la atmósfera en su totalidad y son absorbidos por la epidermis, llegando a la dermis papilar, sin llegar a la dermis profunda o reticular. Producen el bronceado y el envejecimiento prematuro de la piel a largo plazo, las manchas y las arrugas, la pérdida de colágeno y elastina. No producen quemaduras pero atraviesan el cristal, el agua, las nubes, etc., por lo que siempre se está expuesto a ellos.
Existen dos tipos de radiación UVA: 
    - Onda corta o UVA I: comprendida entre 320-340 nm.
    - Onda larga o UVA II: 340-400 nm.

━ Luz visible:   este tipo de rayos llega a alcanzar la epidermis profunda. Su longitud de onda larga es larga (400-750 nm). Representa entre el 36-39 % de las radiaciones emitidas.


━ Rayos infrarrojos: su longitud de onda es muy larga (750-1800 nm). Representa cerca del 50 % de la energía solar que emite su radiación en forma de calor. Parte de esta energía consigue atravesar las distintas capas de la piel llegando una parte de ella a la hipodermis.


Nota: los límites de ondas no son precisos por lo que pueden variar ligeramente.


La piel, para defenderse de los rayos, se engrosa y activa la melanina, un pigmento que se encuentra en los melanocitos (células grandes que contienen unos orgánulos llamados melanosomas en cuyo interior se produce la sintetización de la melanina), que ascienden a la superficie a través de los queratinocitos  para proteger la piel.

El sol a pequeñas dosis es necesario para la salud,  aporta vitamina D, fortalece los huesos, mejora algunos procesos dermatológicos como acné..., activa la circulación y el sistema inmunológico reforzándolo, da más energía y relaja, reduciendo los niveles de estrés.


FPS: Factor de protección solar

Indica el tiempo que tarda la piel en empezar a enrojecer o quemarse y se mide en minutos.
Se multiplica el tiempo en minutos por el nº de FPS, es decir, si una piel clara de ojos y cabellos castaños empieza a enrojecer a los 15 minutos, si se aplica un índice de protección de 10, se multiplica 15 X 10 = 150 minutos que la piel tardaría en empezar a quemarse con protección, en vez de los 15 minutos que tardaría sin protección.

Fototipos
 Indica cómo se comporta cada tipo de piel ante las radiaciones ultravioletas.




El fototipo I se empieza a quemar entre 5-10 minutos de exponerse al sol. El II entre 15-20 minutos, el III unos 30 minutos, el IV entre 30-45 minutos, el V unos 60 minutos y el fototipo VI más de 60 minutos o no llegar a quemarse.


Tipos de protectores: filtros ultravioletas (UV)

Los filtros UV protegen  absorbiendo, reflejando o dispersando la radiación solar. Existen dos categorías principales:

1. Filtros que actúan por reflexión o dispersión:
-Físicos o pantallas: también conocidos como inorgánicos por su naturaleza química. Trabajan por reflexión bloqueando los rayos ultravioletas. Son protectores frente a rayos UV, los visibles y los infrarrojos (IR). No se absorben por la piel, se quedan sobre ella dispersando los rayos por lo que raramente pueden producir reacciones alérgicas. Se utilizan en pieles sensibles, bebés, pieles alérgicas, dañadas...
Ej.: pigmentos inorgánicos dióxido de titanio, óxido de zinc, mica, óxido de hierro...

                                                        
2. Filtros que actúan por absorción:
- Químicos o sintéticos: también llamados orgánicos. Protegen la piel de los rayos solares, son buenos protectores. Trabajan por absorción, transformando las radiaciones ultravioletas en energía térmica inocua en la piel. Pueden llegar a causar alergias, fotodermatitis, irritaciones, etc., debido a este poder de absorción.
Ej.: PABA (ácido p-aminobenzoico) y sus derivados,  benzofenonas y derivados, derivados del ácido sulfónico...

3. Filtros biológicos: son filtros naturales o provenientes de vegetales con capacidad de absorción de diferentes radiaciones. Esta acción es baja por lo que se deben asociar a filtros físicos o químicos para completar una eficaz protección. Deben absorber la radiación a nivel UVB para ser considerados filtros.
Ej.: flavonoides (extractos vegetales de camomila, hipérico, romero), derivados antracénicos (aloe), naftoquinonas...

Capturadores de radicales libres (RL): aunque no cumplen la función de filtro solar puesto que por sí solos apenas son capaces de filtrar las radiaciones pues carecen de esta acción, muchos autores sí incluyen estas sustancias como parte de los filtros al actuar con gran eficacia protegiendo de las radiaciones que no han sido absorbidas por la piel. Poseen función antioxidante evitando los RL que producen esas radiaciones no absorbidas que aceleran al envejecimiento cutáneo y posible fotoinducción de cáncer de piel. 
 Ej.: betacaroteno, vitamina C, tocoferoles y sus derivados (acetatos y palmitatos), ubiquinona Q10, flavonoides (quercetina, rutina), extractos vegetales (cúrcuma, equinácea, ginkgo, hibisco, regaliz, romero)...
             

        

Algunos ejemplos de protectores solares:

• Aceites vegetales: generalmente todos los aceites vegetales llevan algún grado de protección frente a los rayos UV por su composición en ácidos grasos pero son muy poco protectores, pueden presentar una ligera reflexión sobre la piel pero por sí solos no protegen contra el sol, pero sí ayudan contra el eritema solar. Los aceites vírgenes ofrecen mayor protección que los refinados por contener mayor proporción de antioxidantes.
 Se utilizan combinándolos con otros ingredientes y en distintas proporciones en los preparados como cremas donde van a cumplir su función como protectores.

• Dióxido de titanio: mineral en polvo. Se puede obtener del mineral rutilo, anatasa o brookita. No produce irritación, no tapona los poros y se puede utilizar en piel sensible, alérgica y piel de bebé. Actúa por reflexión. Protege contra la radiación UVA y UVA II.
No se aconseja utilizarlo en nanopartículas para que no penetre dentro de la piel. Es uno de los mejores protectores solares naturales. La desventaja que presenta es que deja una película blanquecina en la piel por su opacidad. Para FPS de 15 a 30 se suele utilizar entre 3-8 %.
El Comité Científico de Seguridad de los Consumidores (CCSC) en su disposición 3ª (Reglamento de la UE) permite el uso nano en cosmética como filtro ultravioleta siempre que no pase del 25 % en peso, con la excepción que no pueda dar lugar a una exposición de los pulmones del usuario final por inhalación.

• Óxido de zinc: mineral en polvo proveniente de la zincita. No se aconseja utilizarlo en nanopartículas para que no penetre dentro de la piel y no tapone los poros. Se puede utilizar en piel sensible, alérgica y piel del bebé.
Es el mejor protector solar natural al tener un amplio espectro sobre los rayos UVB y de onda larga y corta tipo UVA. Actúa por reflexión.
El inconveniente que presenta es  dejar un  film  blanquecino en la piel por su opacidad. La forma nano no deja esta película blanca pero aunque está permitida puede llegar a penetrar la piel. 
Al prepararlo en la crema se aconseja utilizar mascarilla para no inhalar el polvo. Para FPS de 15 a 30 se suele utilizar entre 3-5 %. Es un gran antimicrobiano. 
Se puede usar en forma "no nano" hasta una concentración del  25 % en productos cosméticos  como filtro ultravioleta y en forma "nano" igualmente en productos cosméticos como filtro ultravioleta hasta un 25 % conforme a las especificaciones del CCSC, como pureza mínima de las partículas, diámetros, etc. Si se utilizan conjuntamente ambas formas, la suma de ambos no excederá la anterior proporción. Ambas formas están permitidas siempre que no pueda dar lugar a una exposición de los pulmones del usuario final por inhalación. 

• Polifenoles: son grandes protectores solares. Las plantas que llevan un alto porcentaje en resveratrol como la vid roja, los aceites de nueces, el aceite de cacahuete...



FOTOSENSIBILIZANTES

Algunas plantas contienen sustancias que aplicadas sobre la piel proporcionan sus principios activos (propiedades vasodilatadoras, antimicrobianas, analgésicas, sedantes, antiarrugas, vitamínicas, etc.), pero en combinación con la luz solar se activan provocando fitofotodermatosis o fotodermatitis en la piel (fototoxia y fotoalergia). Ver pestaña "Diccionario". 
Estas sustancias denominadas fotosensibilizantes se pueden aplicar cuando no se exponga la piel al sol o pasadas unas horas, mínimo de seis (dependiendo del tipo de molécula, tipo piel, herencia, tiempo de exposición, etc.) entre su aplicación en la piel y la exposición al sol.
Hay veces que simplemente con el roce de la piel contra la planta productora de estas sustancias produce fotodermatitis denominada "dermatitis de los prados o de Oppenheim" y es muy usual en verano la acción del sol y el roce de la planta. El estar mojados o el sudor incrementa las lesiones.
También está la fotodermatitis denominada "dermatitis por perfume o de Berloque" produciéndose una pigmentación en la zona de contacto del perfume con la piel por exposición al sol.

La "dermatosis de Riehl" es una hiperpigmentación que se produce principalmente en la cara (frente y alrededor de la boca) y en el cuello. Se produce por llevar los cosméticos en su composición derivados de alquitrán, por contacto con hidrocarburos como aceites minerales y lubricantes, por desodorantes e incluso por déficit de vitaminas y la exposición de la piel al sol. La piel adquiere tonalidades de marrones a grisáceas.


Sustancias fotosensibilizantes
Entre las principales sustancias tópicas se encuentran furanocumarinas, retinoides, almizcle o musk, brea de alquitrán de hulla, filtros solares químicos: PABA y derivados, salicilatos, cinamatos, derivados de alcanfor, benzofenonas; salicilanilidas halogenadas, algunos colorantes (eosina)...

1. Furo o furanocumarinas: compuestos fenólicos, un tipo de cumarinas con 
Psoraleno.  Wikipedia.org
  un   anillo furano adicionado al anillo aromático. Son las principales causantes de fotosensibilización en la piel.
Se pueden encontrar en cualquier parte de la planta como hojas, semillas o frutos y en sus cubiertas, flores, raíces, tallos, etc.
Se suelen emplear en productos solares para activar la melanina y para afecciones de la piel como vitíligo y psoriasis (bajo prescripción médica).
Muchas de ellas son excelentes despigmentantes de la piel pero paradójicamente producen pigmentación con la acción del sol.
Ej. de furocumarinas o sus derivados: ammoidina, angelicina, bergamotina, bergapteno, bergaptol, heraclenina, imperatonina, majudina, xantotoxol, xantotoxina, pimpinellina, psoraleno...
Se encuentran generalmente en:

• Familia Apiácea o Umbelífera:

Ammi, amni, espuma de mar, ameo (Ammi majus). Fotosensibilizante: fruto, raíz y toda la planta.

Angélica (Angelica archangelica). Fotosensibilizante: raíces y semillas.
Apio (Apium graveolens). Fotosensibilizante: toda la planta, incluido semillas.
Biznaga, visnaga (Ammi visnaga). Fotosensibilizante: hojas, aceite esencial y frutos.
Cilantro, coriandro (Coriandrum sativum). Fotosensibilizante: sólo la planta fresca. El aceite esencial extraído de las semillas no produce fotosensibilización.
Chirivía (Pastinaca sativa). Fotosensibilizante: planta entera.
- Comino (Cuminum cyminum). Fotosensibilizante: semillas (por su contenido en aldehído cuminal)
Perejil (Petroselinum crispum, sativum). Fotosensibilizante: hojas. El aceite esencial extraído de las semillas no produce fotosensibilización.
- Pie de oso, lampaza, lampazo, branca ursina (Heracleum sphondylium). Fotosensibilizante: toda la planta.
-Opopanax, opoponax, mirra dulce (Commiphora erythraea). Fotosensibilizante: resina, aceite esencial.
Pimpinela negra, pimpinula (Pimpinella magna). Fotosensibilizante: raíz, sumidades floridas.
- Zanahoria (Daucus carota). Fotosensibilizante: sólo fresca por manipulación. El aceite esencial de la semilla, aceite de la raíz o la planta seca no fotosensibiliza.

Familia Asterácea o Compuesta:

- Milenrama, aquilea, hierba de Aquiles (Achillea millefolium). Fotosensibilizante: jugo fresco.
- Tagete (Tagetes glanduliferia, Tagetes minuta). Fotosensibilizante: hojas y flores.

• Familia Hipericácea o Gutífera:
 - Hipérico (Hipericum perforatum). Fotosensibilizante: toda la planta (incluida la sumidad florida para el uso medicinal).

 Familia Morácea:
- Higuera (Ficus carica). Fotosensibilizante: toda la planta (fruto, hojas y látex). 

• Familia Rutácea: principalmente en el género Citrus, donde existen mayor concentración en la piel de los cítricos. Las hojas, ramas o flores de este género  no tienen por qué producir fotosensibilización. 
- Bergamota (Citrus bergamia). Fotosensibilizante: jugo y piel del fruto.
- Combava, lima kafir (Citrus hyxtrix).  Fotosensibilizante: jugo y piel del fruto.
- Mandarina (Citrus reticulata). Fotosensibilizante: jugo y piel del fruto.
- Naranja dulce (Citrus sinensis). Fotosensibilizante: jugo y piel del fruto.
- Naranja amarga (Citrus aurantium ssp.aurantium). Fotosensibilizante: jugo y piel del fruto.
- Lima (Citrus aurantifolia). Fotosensibilizante: jugo y piel del fruto.
- Limón (Citrus limon). Fotosensibilizante: jugo y piel del fruto.
- Pomelo (Citrus paradisi). Fotosensibilizante: jugo y piel del fruto.
- Ruda (Ruta graveolens). Fotosensibilizante: toda la planta.

 • Familia Verbenácea:
- Hierbaluisa, verbena de olor (Lippia citriodora). Fotosensibiliante: hojas.
- Lantana, bandera española (Lantana camara). Fotosensibilizante: hojas y fruto inmaduro (verde). 


2. Retinoides: son la vitamina A y sus compuestos o derivados químicos. Reducen los daños producidos por el fotoenvejecimiento como manchas y arrugas. También son utilizados bajo prescripción dermatológica para acné severo, psoriasis y otras afecciones.

La mayoría no deben aplicarse con luz solar por su degradación, inestabilidad y activación de la fotosensibilidad. Sus efectos fotosensibilizantes pueden ser debidos al adelgazamiento de la capa córnea que hace la piel más sensible a los efectos de las radiaciones ultravioletas.

Actualmente se están consiguiendo moléculas más eficaces, menos irritantes y que no produzcan fotosensibilización. Conviene su uso por la noche y por el día aplicar una crema protectora.

Los profesionales de la fabricación de cosméticos con retinoides son los que indican su uso diurno o nocturno, tipo de retinoide y cantidad, vehículo que lleva el preparado, etc. puesto que toda la composición del producto influye con los retinoides.

Tipos de retinoides:

- Retinol: vitamina A pura. Isoprenoide liposoluble que se encuentra en tejidos animales. Se localiza en las plantas en forma de provitamina A (carotenos).
- Tretinoína: ácido retinoico, ácido all-trans-retinoico, vitamina A ácida, Retin A y Renova. Obtenido del retinol por oxidación. Fotosensibilizante: uso sólo por la noche y por el día uso de crema protectora con un alto nivel de protección. Su uso está bajo control médico.
- Ésteres de retinol: retinil acetato, retinil palmitato...
- Isotretinoína: ácido 13 cis-retinoico. Isómero del ácido retinoico o tretinoína. Fotosensibilizante.
- Retinaldehído: retinal. Precursor del ácido retinoico. No fotosensibilizante pero debe aplicarse en época estival por la noche solamente.
- Adapaleno: derivado del ácido retinoico. Poco irritante.
- Tazaroteno: no produce fotosensibilización.


3. Almizcle: conocido también como musk (en inglés). Potente fijador de perfumes. El sintético o blanco produce fotosensibilización al igual que el vegetal. El almizcle tipo ambrette hace años se retiró por producir altos grados de fotosensibilización. Actualmente existen perfumes que llevan almizcle en su composición y no fotosensibilizan...
Ambreta, abelmocho (Abelmochus moschatus). Fotosensibilizante: semillas. Su aceite esencial extraído de las semillas se utiliza para perfumería. En cosmética su uso está restringido. 

4. Alquitrán: su contenido en hidrocarburos poliaromáticos puede producir foto-dermatitis como antraceno, benzofurano, benzopireno, fenantreno, etc. 

5. Filtros químicos: este tipo de filtros al ser absorbidos por la piel pueden producir reacciones alérgicas y fotodermatosis:

 PABA: ácido aminoparabenzoico. Ácido natural del ácido fólico. En productos solares se denomina vitamina Bx. Puede tener origen animal o vegetal. En su origen vegetal se encuentra principalmente en los cereales integrales, germen de trigo y semillas de sésamo. 
Es un excelente protector solar pero puede producir fotoalergia.

 Salicilatos: ofrecen escasa protección solar por lo que son utilizados más como auxiliares. Ej.: Octyl salicylate. 

 Cinamatos:  son muy usados como sustitutos del PABA al ser menos irritantes. Ej.: Octinotane. 

• Derivados de alcanfor: de los cuatro derivados, el más utilizado es el Methylbenzylidene camphor. 

 Benzofenonas: cetonas aromáticas usadas como filtros solares por su capacidad de absorción de la luz UV. Especialmente la benzofenona-3 es la que más causa fotodermatitis. 
Se usan también para evitar alteraciones de olor y color en productos cosméticos, perfumes y jabones por la luz ultravioleta. Son fijadores de aromas.





4.  BAÑOS AROMÁTICOS: BOMBAS, SALES DE BAÑO Y PLANTAS AROMÁTICAS.

Para la relajación del cuerpo y de la mente un buen baño de agua caliente (entre 37 - 42 ºC) lleno de espuma producida por una bomba o utilizar sales minerales es un maravilloso placer. Si la bomba o las sales están realizadas con aceites esenciales y/o vegetales nos nutrirán la piel y se introducirán por los poros para el beneficio de nuestras células. Además de este beneficio físico, está la relajación del cuerpo y de la mente. Los músculos se relajan, ayudando a mejorar el insomnio y el estrés. 
Los aceites esenciales que empleemos son muy importantes según el beneficio que queramos en nuestro baño, que sean sedantes como la lavanda, vigorizantes como el romero, aliviar o eliminar los dolores musculares como el pino o simplemente un baño de placer añadiendo nuestra esencia favorita. No olvidemos que los aceites esenciales son tan potentes que se integran en el torrente sanguíneo. Un ejemplo típico sería aplicar en la planta del pie un aceite esencial descongestionante como el pino o el eucalipto. Al rato de la aplicación sentimos como sale por la boca su aroma.



Bombas de baño efervescentes
Las bombas de baño son una masa compacta que al contacto con el agua producen por medio de efervescencia, la disolución en agua de todos sus componentes.
Se preparan mínimo con estos tres ingredientes básicos: bicarbonato de sodio, ácido cítrico y agua floral o mineral. También se puede añadir fécula o harina de maíz para ligar los ingredientes. Como aditivos podemos incorporar aceites o mantecas vegetales, aromas o aceites esenciales, colorantes, leche o plantas en polvo...

El ácido cítrico (no vitamina C) es un conservante y antioxidante natural procedente de los cítricos, especialmente de la naranja y el limón. Se presenta en forma de polvos o granulado (tipo azúcar). Para las bombas es mejor en polvo, por estética, al quedar la superficie de la bomba los poros más pequeños que las realizadas con el ácido granulado.

El bicarbonato sódico es el típico polvo blanco que hay en todas las casas para quitar la acidez de estómago. Puede ser natural o de laboratorio. El natural, denominado nahcolite, se localiza en los lagos salados, en las aguas termales y en las formaciones geológicas. Cuando el agua se evapora se produce la cristalización dando lugar al bicarbonato de sosa.

El bicarbonato al deshacerse en agua produce la relajación de los músculos, la eliminación de bacterias causantes del mal olor ya que actúa de desodorante, la eliminación de la caspa, de las células muertas, alivia y reduce el dolor del prurito causado por estar la piel irritada, como dermatosis del pañal, picadura de bichos, dermatitis de contacto...

Preparación:

1. Preparación básica: preparamos en un bol una parte de harina de maíz, dos partes de ácido cítrico y 4 partes de bicarbonato sódico y lo mezclamos bien con las manos (conviene ponerse guantes, aparte de por higiene, el ácido cítrico si se tiene una pequeña herida pica mucho). Una vez mezclado añadimos colorante, muy poquito, porque nos mancharía la piel. Con un bote de spray pulverizamos agua, removemos muy bien, volvemos a pulverizar, removemos, así hasta alcanzar la textura de arena de playa húmeda, añadimos aroma o aceites esenciales y removemos. Particularmente prefiero añadir el aceite esencial antes que el agua floral porque ya me ha pasado que el aceite esencial al ser líquido la masa se ha elevado, como en los bizcochos.
Es el momento de enmoldar, apretando bien sobre toda la superficie del molde. Se espera unos segundos y se desmolda dejando reposar la masa 24 horas para que endurezca.
La variación de las cantidades de la harina y del ácido cítrico pueden aumentarse según el gusto de cada uno.

                        


        

                                             


Bombas-de-baño-Chaladura-de-jabones



2. Preparación con varios ingredientes: se realiza en dos fases, una sólida y otra líquida.

En la fase sólida se añade el ácido cítrico, el bicarbonato sódico, la harina de maíz, los ingredientes en polvo que queramos añadir (ej.: leche de cabra, el colorante en polvo, extractos secos de plantas...) y procedemos a mezclar todo muy bien.

En la fase líquida si se añade mantecas o aceites duros los derretimos previamente, añadimos los aceites esenciales o aromas y 2 o 3 gotas si el colorante es líquido. Removemos la mezcla y la añadimos a la fase sólida mezclando muy bien. Procedemos a enmoldar igual que en la preparación nº 1.
Este tipo de preparación no suele utilizar agua al llevar los aceites líquidos.





3. Preparación con aceite vegetal: 
Bomba-de-baño-con-aceite-y-flor-de-malva-Chaladura-de-jabones
Es la preparación más sencilla y que menos ingredientes lleva.
Añadimos en un bol una taza de bicarbonato sódico, una cucharada de aceite vegetal, colorante líquido o sólido, aroma o aceite esencial. Mezclamos todo y añadimos media taza de ácido cítrico (podemos incluso añadir la taza entera, eso ya a nuestro gusto), mezclamos bien y procedemos a enmoldar.

Podemos añadir algún tipo de planta medicinal para potenciar el baño. En la bomba de la fotografía se ha añadido flor de malva seca y machacada. 

Los moldes que se utilizan pueden ser de plástico semirrígido (son los mejores al presentar dureza y flexibilidad a la vez), plástico rígido y silicona, estos últimos si la mezcla no está muy seca se rompe y tarda la masa en secar. El alcanzar el punto justo para que la mezcla no suba o se desmorone lo va a dar la experiencia. Si la mezcla se desmorona con añadir un poco de agua se arregla, por el contrario si sube ya no podemos preparar la bomba, por eso es mejor ir poco a poco.
Consejillos:
Entre pulverización y pulverización conviene esperar entre 20-30 segundos para evitar la subida de la mezcla.
Se puede añadir a la mezcla sólida un 1% de bórax para endurecer la bomba.


Sales de baño
Son sales minerales que se añaden al agua del baño cuyo fin es obtener un baño terapéutico.

La medida que se añade al agua suele ser de un 1%. Depende del tipo de sal, si es sólo para relajarnos, si tenemos dolores reumáticos, mucho picor, etc.

El agua caliente dilata los poros produciendo la absorción de los minerales a través de ellos.

Son relajantes, remineralizantes, exfoliantes, eliminan las toxinas de la piel. Ayuda a disminuir el estrés, la inflamación causada por dolores reumáticos, alivia el prurito por eczema, psoriasis, dermatitis, hidratan la piel, la suavizan, eliminan el mal olor, activa la circulación sanguínea masajeando el cuero cabelludo...

Existen diversos tipos de sales: sales minerales, sales Epsom, sales del mar Muerto, sal del Himalaya, sal común gruesa...

- Las sales minerales: son sales naturales sin procesar. Se obtienen por la evaporación que ejerce el sol y el viento. Llevan varios minerales como bromo, calcio, magnesio, sodio, etc. Al no estar refinada, los minerales no se eliminan.

-  La sal común, al refinarse para obtener un producto suelto y de grano fino, se eliminan en su proceso algunos minerales. Es mejor la que lleva yodo. La sal gruesa en mejor que la común, no está molida ni refinada.


- Sales de Epsom o sulfato de magnesio: recibe este nombre porque en sus inicios se elaboraba en la comarca de Epsom (Inglaterra). Se puede encontrar en forma sólida blanca o transparente.

- Sales del mar Muerto: sales procedentes por la evaporación del agua. Es la más rica en minerales, contiene 21.

- Sales del Himalaya: son cristales de color rosado procedentes de una mina de sal de esa zona geográfica (generalmente se obtiene de las montañas de Paquistán). No está refinada y es totalmente natural.
Nota: no es aconsejable estos baños para hipertensos.

Preparación: Metemos en un bote de cristal (desinfectado con alcohol y que lleve mínimo 2 horas seco para dar tiempo al alcohol a evaporarse) unas cucharadas de sales, esta cantidad variará según la cantidad de sales que queremos preparar. Añadimos colorantes (opcional) y aceites esenciales. Lo ideal sería que el colorante fuera natural. Agitar bien el bote para que se mezcle bien el colorante y los aceites esenciales. 

Dejamos reposar unas doce horas para que seque bien antes de introducirlas en el último bote. Pasado ese tiempo, con un embudo, pasamos a introducirlas en el bote. Para complementar se pueden añadir pétalos de flores secas. Podemos mezclar sales de todos los colores.
                            



Baño de plantas aromáticas
Consiste en un baño de plantas medicinales. Según el tipo de baño que deseemos así añadiremos las plantas: relajante, energético, para calmar dolores reumáticos...

Se puede combinar este tipo de baño añadiendo unas gotas de aceites esenciales para potenciar sus propiedades.
Nunca añadir directamente el aceite esencial en el agua pues se queda flotando y no se mezcla. Se puede diluir por ejemplo en leche en polvo, que luego introduciremos en la bañera y tendremos doble aporte de propiedades, las principales y más potentes de los aceites esenciales y las propiedades de la leche (en polvo la leche conserva intacta todas sus propiedades).





5. LOS PERFUMES
En los perfumes naturales o aceites esenciales no sólo hay que conocer sus propiedades, también su mezcla aromática.
No hay que mezclar obligatoriamente, pero si se combinan bien se acentúan las propiedades naturales de las plantas y sus aromas. Una mala combinación puede anular el efecto.

Por la duración de la fragancia:
Los perfumes se dividen en notas altas, medias y bajas.
Algunos aceites esenciales pueden presentar varias notas a la vez debido a las cientos de sustancias que contiene una sola planta. Debemos partir siempre de la primera nota, que es la que más va a predominar.

Tipos de notas:
Notas altas, de cabecera o salida: son las más volátiles y al principio las más fuertes, las que primero se aprecian. El olor cambia con el paso de los minutos o puede llegar a desaparecer. Suelen ser las más frescas, como los cítricos y las verdes.
Su proporción va entre el 30-35% del conjunto.
Notas altas:
Abedul, albahaca (alta-media), alcanfor (alta-media), árbol de té (alta-media), bergamota, cajeput (alta-media), cardamomo (alta-media), cilantro, comino, eneldo, estragón, eucalipto, gálbano, hierbabuena, lima, limón, mandarina (alta-media), menta (alta-media), mirto (alta-media), naranja, niaouli (alta-media), petitgrain (alta-media), pomelo (alta-media), salvia (alta-media)... 

Notas medias o de corazón: son las notas más importantes y predominantes en los preparados, su intensidad se asemeja a las notas altas, son reforzadoras de las esencias, equilibrantes y juntas mejoran las propiedades y definen el carácter del perfume. La mayoría son de tipo floral y herbal.
Su proporción suele ser un 50 % del preparado, puede variar del 40-80%.
Notas medias:
Ajedrea, angélica, anís y anís verde (media-alta), apio, ciprés (media-baja), citronella (media-alta), clavel (media-baja), clavo (media-baja), elemí, enebro, espliego (media-alta), gaulteria, geranio, helicriso, hinojo, hisopo, jara (media-baja), jazmín (media-baja), jengibre (media-baja), laurel, lavanda (media-alta), lemongrass (media-alta), litsea cubeba (media-alta), madreselva, manzanilla romana y manzanilla dulce, mejorana, melisa, neroli, nuez moscada (media-baja), pimienta negra, palmarrosa (media-baja), palo de rosa (media-alta), palo santo, perejil, pino (media-alta), romero (media-alta), rosa (media-baja), sasafrás, tilo (media-baja), tomillo (media-alta), violeta...


Notas bajas, bases o de fondo: poco volátiles, actúan también de fijadores del aroma. Sus notas aromáticas son fuertes y persistentes. Presentan gran capacidad de penetración en la piel. Suelen ser las balsámicas, las especiadas, las resinas y las maderas. Aunque se pueden usar solas, combinándolas con altas y medias suavizan la composición.
Su proporción suele estar entre el 20-25 %.
Notas bajas:
Benjuí, cacao, cedro del Himalaya, canela (baja-media), incienso, jazmín, loto, mirra, musgo de roble, sándalo, pachuli, vainilla, vetiver, ylang-ylang...

- Por sus notas olfativas:

Por los diversos tipos de aromas que componen las notas de un perfume, La Sociedad Francesa de Perfumista divide principalmente en siete familias olfativas principales. Dentro de cada familia existen varias subfamilias según la combinación de aromas que acompañe a la familia.
Tipos de familias olfativas:
Hespérides o cítricas: son los olores que se encuentran en colonias frescas y en colonias cítricas, generalmente pensadas para usar en verano. Su olor más característico es el limón. Se obtienen del prensado de los frutos la inmensa mayoría y una minoría se obtiene de la parte olorosa de la planta como hojas, ramas, etc. (melisa, petitgrain...).
Son las notas altas de un perfume.
Ej.: bergamota, lemongrass, lima, limón, litsea cubeba, mandarina, melisa, naranja, petitgrain, pomelo, yuzu...

Florales: predominan las notas aromáticas de flores. Son generalmente de tipo femenino. La extracción de sus moléculas se realiza por distintos medios como destilación, enfleurage...
Ej.: azahar, frangipani, geranio, jazmín, lavanda, madreselva, nardo, rosa, ylang-ylang...
Muchos aromas son obtenidos en laboratorio por su altísimo costo o por la pérdida natural del aroma al cortar la flor.
Ej.: jacinto, violeta...

Fougères o helechos: ideado por Fougère, este tipo de aromas imita a los bosques húmedos, a aromas terrosos. Predominan los olores herbales, los musgos y cumarinas. Son más bien de tipo masculino.
Ej.: albahaca, enebro (bayas), hiedra, hierba verde, menta, ortiga, palmarosa, pepino, salvia, siempreviva, té, tomillo...

Chipre: es una composición de aromas creadas en la isla de Chipre por el gran nariz Coty. Lleva notas de hespérides, florales, helechos, ambarinas y maderas.
Ej.: bergamota, estoraque, jara, musgo de roble, musgo de encina, lavanda, sándalo, pachuli, vetiver...

Cuero: notas secas de cuero, amaderadas, de tabaco rubio, ahumadas. Suele ser de tipo masculino.
Ej.: madera ahumada, cuero de Rusia...

Ámbar u oriental: son aromas sensuales, picantes, intensos, cálidos, con cuerpo, basados en resinas, vainillas, especias, esencias balsámicas, notas animaladas... Al ser aromas pesados se suele utilizar en otoño o invierno. Actúan de potentes fijadores para las esencias florales.
Ej.: anís, bálsamo de Perú, de tolú, benjuí, canela, cardamomo, hinojo, incienso, jengibre (flor), laurel (hoja), cacao (vaina), monoï (oil), mirra, vainilla...

Madera: aportan tanto aromas de tipo fresco y ligero a más cálidos y pesados. Se obtienen por maceración o destilación de la madera natural, excepto pachuli (arbusto, se utilizan las hojas) y vetiver (es una hierba, se utiliza la raíz). Combinan perfectamente con hespérides y florales.
Ej.: abedul, bambú, baobab, ciprés, cedro, neem, pachuli, palo de rosa, pino, ravensara (Ravensara aromatica), roble, sándalo, vetiver...


Fijadores naturales vegetales
Los fijadores como su nombre indica, fijan o anclan las esencias haciéndolas más duraderas, suelen ser los de notas bajas.
Se encuentran entre los principales:
Almizcle vegetal: las semillas del hibisco (Abelmoschus moschatus) o de los tallos del árbol del almizcle (Olearia argophylla).

Bálsamo de Perú: Fijador para todas las esencias, especialmente las florales al acentuarlas. Puede llegar a irritar las pieles muy sensibles. Color muy oscuro.

Bálsamo de tolú: no recomendado para piel muy sensible. Fijador para todas las esencias, especialmente las florales al acentuarlas.

Benjuí: potente fijador de aroma agradable, no domina los aromas de otros aceites. Aporta persistencia a los aromas volátiles. Oscurece.

Bergamota: fijador de aromas cítricos, especialmente del limón.

Cedro del atlas: fijador que aporta una nota amaderada seca al perfume.

- Cumarina: buen fijador. Ancla perfectamente los olores verdes. Apta para todos tipo de aromas.


Incienso: fijador usado como nota de fondo en perfumes de tipo amaderado y orientales. Aporta persistencia a los aromas florales.

Jara o ládano: buen fijador. Se utiliza la resina del Cistus ladaniferus. Ládano es la sustancia oleosa que te queda pringosa en la mano cuando tocas la jara. Se utiliza para los perfumes ambarados por su parecido olor con el ámbar gris y también en matices especiados.

Lirio: se utiliza el rizoma seco de Iris germanica, florentina (denominada comúnmente raíz de lirio) y de Iris pallida. Aporta un suave matiz boscoso, excelente en todo tipo de composiciones.

Litsea cubeba: fijador sobre todo para esencias cítricas. Fuerte olor a limón. Muy duradero.

Mirra: se suele utilizar para fijar perfumes orientales y chipriados. Aporta persistencia a los aromas florales.

Musgo de roble o musgo de encina (Evernia prunastri): extracción con solvente de los líquenes de la corteza y ramas de algunos árboles como robles, encinas o pinos. Potente fijador. Olor terroso, a musgo, amaderado, cuero, bosque. Combina con cualquier esencia. Estabiliza la composición.

Pachuli: potente fijador. Usando poquísimo resalta los aromas de los otros aceites esenciales que acompaña al ser muy puro, si se usa mucho se come el olor del resto. Muy usado de fijador para perfumes fuertes (ambarinos o chipriados).

Romero: más que un fijador, realza al resto de perfumes.

Salvia esclarea: fijador y perfeccionador de casi todos los aceites. No puede faltar en los perfumes de tipo ambarino y chipriado.

Sándalo: potente fijador, sobre todo para fragancias delicadas. Es muy usado en fragancias masculinas.

Styrax: (Liquidamber styraciflua, orientalis).

Vainilla: hay que añadir poquísimo para que no se coma el olor del resto de esencias. Aporta persistencia a los aromas florales y realza a los perfumes ambarados. Necesita maceración de cuarenta y ocho a setenta y dos horas porque evoluciona en la mezcla.

Vetiver: es uno de los mejores fijadores para todos los perfumes. Olor a madera y bosque, a tierra, dulce y seco. Se ha usado mucho en perfumes masculinos y es esencial en perfumes chipriados. Evoluciona mucho en la mezcla por lo que necesita maceración, poco a poco va aumentando mucho su aroma en el perfume.

Ylang-ylang: usando poquísimo resalta los aromas de los otros aceites esenciales que acompaña, si se usa mucho se come el olor del resto. Es un fijador de aromas florales pero más que fijador, actúa como un excelente mezclador de aromas. Proporciona toques florales y calidez a la mezcla. Para perfumes se puede usar la fracción extra, que es la que tiene más olor.


Fijadores naturales animalados
Ámbar gris
Entre los fijadores naturales se encuentran las notas de animales. Se utilizan muy pocas y cada vez menos ya que algunas necesitan para su obtención sacrificar al animal. Se usan para perfumes de alta gama. Son sustancias que sin tratar desprenden un olor pútrido pero cuando se limpian y se disuelven aportar aromas sensuales a los perfumes.

Ámbar gris: es una masa muy oscura que flota en el agua del mar y es expulsada por los cetáceos (cachalotes, ballenas) procedente del estómago. Se deja secar y se limpia con alcohol tras su recogida dejándolo macerar en alcohol de 96 º, donde adquiere aromas marinos y aporta una intensa persistencia a cualquier aroma.
Se sustituye en la actualidad por la jara.

Almizcle: el de tipo animal es la secreción de una glándula sexual del almizclero, un tipo de cérvido. Se filtra esta masa y se disuelve en alcohol. Por destilación produce la esencia de muscona. Es más potente que el vegetal, se utiliza solamente para el perfume de alta gama.

Algaria: sustancia con olor a almizcle que segregan los animales de especies vivérridas (gato de algaria, ginetas, civetas...), estas sustancias se encuentran en bolsas alrededor del ano. Son transformadas en alcohol para que actúen de fijadores de sustancias volátiles. Se utilizan en los perfumes sintéticos y de gama alta, también en perfumes masculinos.

Combinaciones de aceites esenciales: 
Para que perdure el aroma:
- Combinar aceites que lleven los tres tipos de notas.
- Procedentes de la misma familia y de la misma especie combinan perfectamente.
- Cítricos con flores.
- Picantes con cítricos o/y flores.
- Leñosos con balsámicos (perfume amaderado).
- Leñosos y cítricos.
- Herbáceos: con casi todos.

Ejemplos de combinaciones:
- Albahaca: aromático. Aroma fresco. Con bergamota, ciprés, enebro, eucalipto, geranio, incienso, jengibre, lavanda, lemongrass, limón, mejorana, menta, naranja, orégano, pino, romero, tomillo, ylang-ylang.
- Bergamota: cítrico. Con albahaca, canela, cedro del atlas y manzanilla. 

- Canela: leñoso especiado. Con bergamota, clavo, incienso, limón, melisa, naranja y neroli.

- Cedro del atlas: leñoso. Con bergamota, ciprés, enebro, eucalipto, geranio, hinojo, incienso, jazmín, lavanda, limón, menta, naranja, neroli, pino, romero.

- Ciprés: balsámico. Con albahaca, bergamota, cedro del atlas, enebro, eucalipto, geranio, hinojo, incienso, laurel, lavanda, limón, mirra, naranja, neroli, pachuli, pino, rosa, romero y sándalo.

- Clavo: especiado. Con albahaca, bergamota, lavanda, limón, naranja, neroli y rosa.

- Enebro: balsámico. Con albahaca, bergamota, cedro del atlas, ciprés, eucalipto, geranio, hinojo, incienso, laurel, lavanda, limón, melisa, menta, mirra, neroli, rosa, romero, sándalo, ylang-ylang.

- Eucalipto: leñoso. Con albahaca, cedro del atlas, ciprés, enebro, geranio, incienso, jengibre, laurel, lavanda, limón, mejorana, menta, orégano, pino, romero, sándalo y tomillo.

- Geranio: floral. Con albahaca, bergamota, cedro del atlas, enebro, eucalipto, hinojo, incienso, jazmín, lavanda, limón, manzanilla, mejorana, melisa, menta, naranja, neroli, orégano, pachuli, romero, rosa, sándalo, violeta e ylang-ylang.

- Hinojo: herbáceo. Con bergamota, cedro del atlas, geranio, jengibre, lavanda, lemongrass, limón, pachuli, rosa, sándalo, ylang-ylang.

- Incienso: balsámico. Con albahaca, canela, cedro del atlas, enebro, eucalipto, geranio, hinojo, jengibre, lavanda, lemongrass, limón, melisa, mirra, naranja, neroli, pachuli, pino, rosa, romero y sándalo.

- Jazmín: floral. Con bergamota, cedro del atlas, geranio, jengibre, lavanda, lemongrass, limón, pachuli, rosa, sándalo, ylang-ylang.

- Lavanda: floral. Con casi todos. Corrige errores de una mala composición aromática.

- Laurel: herbáceo. Con ciprés, enebro, eucalipto, jengibre, limón, mejorana, orégano, pino y romero.

- Lemongrass: cítrico. Con albahaca, geranio, incienso, jazmín, lavanda, mejorana, melisa, naranja, orégano, romero y violeta.

- Limón: cítrico. Con casi todos. Corrige errores de una mala composición aromática.
- Menta: herbáceo. Con albahaca, bergamota, cedro del atlas, eucalipto, geranio, hinojo, lavanda, limón, mirra, pachuli, rosa, romero y sándalo.
- Neroli: floral. Con casi todos.

- Orégano: especiado. Con albahaca, bergamota, enebro, eucalipto, geranio, jengibre, laurel, lavanda, lemongrass, limón, neroli, rosa, romero, sándalo, ylang-ylang.

- Pino: balsámico. Con albahaca, cedro, ciprés, eucalipto, incienso, laurel, lavanda, limón, naranja, pachuli y romero.

- Rosa: floral. Con casi todos.

- Violeta: floral. Con geranio, lavanda y lemongrass.



Cómo realizar perfumes:
Primero debemos elegir la base o vehículo que queremos: en alcohol, oleoso o sólido, que van a actuar de disolventes donde diluir las esencias aromáticas. Luego elegimos la materia prima: aceites esenciales, extractos aromáticos, etc., y por último un fijador de aromas. El fijador no es obligatorio si se utiliza aromas de notas bajas.

- Perfume en alcohol:
Este tipo de perfume es el más empleado. No necesita conservante por ser el alcohol un antiséptico. La materia prima se disuelve en alcohol. El  alcohol usado es el etanol (alcohol etílico), que procede de materias primas vegetales.
El grado de alcohol y la concentración de la materia prima van a depender del tipo de perfume en alcohol que se realice:

─ Colonia o agua fresca: concentración de materia prima aromática inferior a 5 %. El grado de alcohol suele ser de 60-75º. Los más usados son de 60 y 70º. El aroma dura entre una o dos horas. La materia prima suele ser aromas cítricos.

─ Agua de baño o Eau de toilette: concentración de materia prima aromática del 5-7 %. El grado de alcohol suele ser de 80-85º. El aroma dura entre dos y tres horas.

─ Agua de perfume: concentración de materia prima aromática 7-15 %. El grado de alcohol es de 85-90º. El aroma dura varias horas.

─ Perfume y extracto: concentración de materia prima aromática sobre 15 % para el perfume y 25 % para el extracto de perfume. El grado de alcohol es de 90-96º para ambos. El aroma puede durar varios días.


Dilución del grado de alcohol:
El grado del alcohol o grado alcohólico es la cantidad del alcohol absoluto contenido en 100 partes de una mezcla hidroalcohólica.

Generalmente el grado de alcohol que encontramos es el 96 grados. En farmacias existen a la venta disoluciones más bajas ya preparadas como la de 70º. Si deseamos rebajar la concentración o grado de alcohol para preparar aguas de colonia, tinturas con graduaciones de alcohol más suaves, etc., se añade agua al alcohol. El agua que se agrega al alcohol para rebajarlo debe ser agua purificada.

Partiendo de que el alcohol de 96 grados está compuesto de 96 partes de alcohol absoluto y 4 partes de agua por cada 100 partes, para saber la cantidad exacta de agua y alcohol a añadir a un preparado a partir de alcohol de 96º se puede emplear la siguiente tabla:


Tabla de graduación alcohólica por cada 100 mL de mezcla alcohol-agua.


Tabla dilución de alcohol
Graduación alcohólica deseada
Alcohol etílico de 96º necesario
Agua
40º
 41,67 
 58,33 
50º
 52,08 
 47,92 
60º
 62,50 
 37,50 
                70º
 72,92 
 27,08 
80º
83,33
16,67
90º
 93,75 
   6,25 



O bien podemos aplicar distintas fórmulas:

1.- Concentración de alcohol por volumen de agua:
         
            C1·V1 = C2·V2

C1: concentración de graduación de alcohol que se desea obtener.
V1: volumen del alcohol del partida.
C2: concentración del grado de alcohol del que se parte.
V2: volumen del agua necesario para obtener el grado alcohólico deseado.
Ej.: queremos obtener alcohol de 70º a partir de alcohol de 96º con un volumen total de 100 ml, es decir, queremos preparar una solución de 100 ml que contenga 70 ml de alcohol puro.

C1: 70 %
V1:100 ml
C2: 96 %
V2: ? V2= (C1·V1)/C2
V2= (70·100)/96= 72,92
100-72,92= 27,08

2. Por regla de tres:
100 ml-------96 ml
x ml------ 70 ml x= 100·70/96 = 72,917 = 73 ml

Si se desea utilizar gramos en vez de mililitros, se debe conocer la densidad de la sustancia a convertir:

· La densidad del agua es la misma, un gramo de agua equivale a un mililitro de agua o a un centímetro cúbico de agua.

1 g/ml = 1 g/cm³ 

· La densidad del alcohol es 0,789 g/mL es decir, que 0,789 g de alcohol equivalen a un mililitro de agua.
Conocida la densidad se multiplica el volumen por la densidad para obtener los gramos necesarios:

Ej.: convertir 100 ml de alcohol a gramos:

1 ml = 0,789 g/ml, entonces 100 ml · 0,789 g= 78,9 gramos.


Si queremos convertir gramos a mililitros, se divide los gramos entre la densidad:

0,789 g/ml : 100 = 0,789 g/ml


Tabla de dilución de alcoholes
Al diluir agua y alcohol se produce una reducción del volumen que no corresponde a la suma del volumen total de la mezcla. Esta reducción es causada porque las moléculas de ambos líquidos crean puentes de hidrógeno compactándose. Teniendo en cuenta este fenómeno existen tablas oficiales de farmacopeas para obtener el cálculo exacto de las distintas disoluciones.


Tabla oficial de dilución de alcohol en volumen y en gramos:


Tabla I: la columna primera indica la graduación alcohólica deseada (concentración deseada), la primera fila indica el grado de alcohol de que se dispone (concentración que se dispone) y los resultados corresponden a la cantidad de agua necesaria que se debe añadir por cada 100 ml de alcohol del que se dispone.
Ej.: se desea una concentración alcohólica de 70º y se dispone de 100 ml de alcohol de 96º: se añade 40,8 ml de agua a los 100 ml de alcohol.

Tabla II: la columna primera indica la graduación alcohólica de la que se parte y la primera fila indica la graduación alcohólica deseada. El resto de columnas indican los resultados de alcohol y agua necesarios para obtener 1000 g de solución hidroalcohólica.
Ej.: se parte de alcohol de 96º para obtener un grado de alcohol de 70. Consultando la tabla aparece que se necesitan 666 g de alcohol de 96º y 334 g de agua destilada para conseguir una graduación alcohólica de 70º.



Preparación del perfume en alcohol:  Del volumen total de alcohol escogido para elaborar el perfume deseado, se separa por un lado 1/3 para introducir la esencia en él y por otro lado, del resto de alcohol sobrante se añade agua desmineralizada en la cantidad suficiente según el tipo de perfume elegido (colonia, perfume, etc.). Ambas partes se guardan 24-48 para que por un lado el alcohol se impregne de la esencia y que el agua se mezcle bien con el alcohol.
Pasado este periodo, la mezcla hidroalcohólica se vierte sobre la mezcla alcohólica poco a poco y mediante agitación. Esta mezcla se cierra y guarda en sitio fresco, en la oscuridad, unos 30 días para que las sustancias poco solubles precipiten y puedan ser retiradas. Después de ese tiempo se filtra la mezcla y se pasa a envasar preferiblemente en envases de cristal para su mejor conservación.




Perfume oleoso
La materia prima se mezcla con aceite vegetal. El aceite más apropiado es el que tenga poco olor y poco color como coco fraccionado, jojoba o almendras dulces. Los dos primeros aceites son casi imposibles que se enrancien, el de almendras dulces no es difícil que se llegue a enranciar si es sometido a altas temperaturas en un tiempo prolongado.
La materia prima vegetal debe disolverse en aceite.

Se añade entre un 0,1-0,2 % de vitamina E para evitar el posible enranciamiento del aceite y pasamos a envasar.
No hay que esperar tiempo de maceración pero si se desea macerar para que presente mayor concentración de moléculas aromáticas se guarda en sitio oscuro de dos o tres semanas, después se filtra y envasa.





- Perfume sólido

Llamado también perfume en barra. La materia prima se mezcla con mantecas, aceites y ácido esteárico o ceras, que aportan dureza y brillo.
Preparación: en un bol de cristal se funde el ácido esteárico o cera y las mantecas, se añade el aceite líquido para que se caliente, la vitamina E para evitar un posible enranciamiento de los aceites vegetales y se procede a envasar antes de que solidifique. No es necesario esperar tiempo de maceración. 
Otra forma más sencilla es añadir solamente mantecas, como manteca de karité, se funde, se espera a que la temperatura sea inferior a 30 ºC, se añaden los aceites esenciales elegidos y se  envasa.




Perfumes sintéticos

El perfume sintético es una mezcla de sustancias aromáticas naturales (aceites esenciales) o sintéticas, un disolvente, generalmente alcohol etílico, para disolver las sustancias químicas concentradas y fijadores sintéticos creados en laboratorio por ser más potentes para anclar el aroma.

Se dividen igualmente en el mismo tipo de notas que los naturales. Para realizar un buen perfume se debe combinar los tres tipos de notas.

El perfume sintético sólo utiliza una pequeña parte de esencias naturales. Algunos perfumes de precio muy elevado suelen llevar más proporción de aromas naturales, pero siempre llevan una parte sintética.

Algunos de los sintéticos más importantes utilizados en la industria del perfume y que actúan de fijadores son:

- Ácido fenilacético (fijador con olor a miel).
- Almizcle sintético.
- Citral sintético (para obtener esencia de violeta y aumentar el aroma del limón).
- Cumarina sintética (olor a heno fresco).
- Eugenol sintético (olor a clavo).
- Exaltólido (para resaltar la intensidad del perfume sintético).
- Geranolio (olor de rosas).
- Ionón (citral natural mezclado con acetonas). Imita al aroma de violetas.
- Isogeniol (olor a vainilla). Derivado del eugenol por oxidación.
- Terpineolo sintético (olor a lilas).
- Vainillina.

8 comentarios:

  1. Excelente información. Gracias Chaladadura.

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  2. ligeramente puedo decir q es muy buen material aclare muchas dudas gracias y felicitaciones

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  3. Gracias por vuestra generosidad. Impagable.

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    1. Muchas gracias, Renacer. Nos alegra si te ha servido. Saludos.

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  4. Acabo de ver esta página. Está genial! Felicidades por tanta precisión...Un regalo impagable.

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    1. Qué ilusión nos hace tus palabras. Gracias por leernos. Saludos.

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